Perro Come Perro



Es la ópera prima del director Carlos Moreno, quien viene del mundo de la publicidad y los videos, una nueva producción de RCN después de su exitosa pero insulsa Paraiso Travel. Una película que existe hace mucho pero por cosas del mercado hasta ahora se estrena, eso si con toda la parafernalia de los medios de comunicación.

Perro Come Perro nos trae una historia de traición y más traición, robos, muerte, venganza, brujería y toda la truculencia imaginable; La decisión de Victor Peñaranda, un sicario amargado y con problemas sentimentales, de robar a su patrón, será la bola de nieve que desencadena muerte tras muerte y litros de sangre desparramados por la pantalla. El tema es muy sencillo, altamente utilizado incluso en cintas tan aclamadas como No Country For Old Man, pero de todas formas repetitivo y absurdo. Esta cinta se destaca más por su producción y actuaciones que por otra cosa. Aunque muy merecido el premio que Marlon Moreno ganó en Guadalajara por su actuación, es de destacar las interpretaciones de: Blas Jaramillo (El orejón); Alvaro Rodriguez, quien con su descarado humor marca el ritmo de muchas de las escenas; Paulina Rivas, una actriz natural que sorprende con su sólida interpretación de la bruja Iris; pero sobre todo la profunda y oscura interpretación de Oscar Borda como Eusebio, sicario compañero de Peñaranda quien es atormentado por la venganza y la magia negra.

La cinta nos muestra escenarios naturales, muy urbanos, sucios y contemporáneos del Valle Del Cauca, un manejo exagerado de la cámara en mano pero muy acertado cuando de primeros planos y detalles se trata; es notorio el uso de story board para las tomas.
Una coloración manipulada que no transmite ningún significado, un excesivo uso de la música (aunque hay que destacar que la banda sonora y sobre todo el tema principal de Superlitio son muy buenos). En general es una cinta de buena producción pero llena de clichés técnicos y argumentales, muy superior a su antecesora (Paraiso Travel) en casi todos los detalles pero inmadura en su cinematografía y espiral argumental, ya que a pesar de su ritmo, buen humor, escenas surrealistas e hiperrealistas, es una cinta donde no se resuelve ninguno de sus nudos, donde no se llega a ningún lado.

Perro come perro es un acertado esfuerzo de un director novato, un viaje truculento pero entretenido a las peores expresiones humanas, también es uno de los últimos legados (junto con su papel de sacerdote en Satanás) de Blas Jaramillo quien murió en Agosto del año pasado y quien siempre se destacó por su imponecia escénica y profesionalismo.

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