Star Trek

Luego del sinsabor de una precuela (Wolverine), vamos con el regocijo que produce otra: Star Trek.
Definitivamente es esta la consagración en el cine dde J.J. Abrams, uno de los grandes directores, escritores y productores para televisión de los últimos años, creador de series como Alias, Felicity, Lost y The Office y escritor para cine entre otras del gran éxito Armageddon. Ya Tom Cruise le había dado la confianza de dirigir Mission Impossible III, tal vez la mejor de las 3 cintas y ahora vuelve a sorprendernos con esta nueva versión de la serie Star Trek.

La historia básicamente nos cuenta como se forma la tripulación del Enterprise y los orígenes de sus dos principales integrantes: el capitán Kirk y Mr. Spock. No confundir con el origen de la flota estelar que ya se había tratado en la cinta First Contact y que no fue una precuela sino una misión de los personajes de The Next Generation.

Las cintas de Star Trek se podrían dividir en dos: las de acción y las que tienen un alto componente altruista o filosófico, esta se puede clasificar dentro de las primeras y conserva todos los ingredientes de la serie original; el humor, el sentido de superación, los viajes, el reconocimiento de los errores, etc. Aunque realmente no me convenció el tratamiento argumental con el que se presenta a Kirk (sobrado y hasta estúpido), los demás personajes son bastante convincentes y todos juegan un papel fundamental dentro de la tropa.

Los efectos son espectaculares, el ritmo frenético que Abrams le inyecta a sus trabajos no es avasallador sino impactante y definitivamente la ambientación de la nave, la ropa, los personajes, y hasta las voces, son un homenaje completo a la serie original, y es interesante como a pesar de ser una cinta de ficción, los efectos nunca son de mayor importancia que el argumento y las actuaciones.

Star Trek es la serie de televisión más exitosa de todos los tiempos y la que mayor cantidad de seguidores ha tenido y esta cinta es sin duda un regalo para los millones de personas que esperaban una nueva entrega de la saga y una muestra para la industria del cine que es posible hacer una precuela de gran calidad y no solo productos de oportunismo comercial.

X-Men Origins: Wolverine

El sinsabor de algo bueno que pudo ser y no fue, eso es lo que nos deja esta precuela de los X-Men, que me imagino que se llama así y no simplemente Wolverine porque pensarán hacer una para cada personaje. Cuando las luces se encienden uno se pregunta si Wolverine daba para hacer una cinta sobre él solo, la respuesta es si, pero no esta cinta sino algo mejor: Wolverine pasó de ser un extra en los comics de Hulk a ser el más importante y querido héroe de los X-men y su comic individual ha sido muchas veces escogido como el mejor comic de la historia.

La cinta aunque con un argumento interesante es repetitiva en sus escenas de combate y se demora demasiado en desarrollar la trama; la presencia de Gambito aunque esperada es exagerada, parece una mezcla entre Spiderman y un cantante de rock, algunos personajes son impresionantes y otros dejan mucho que desear en especial Dientes de Sable, aburrido y con una caracterización muy lejana a la del comic (mucho mejor la de Tyler Mane en la primera X-Men) y es sobre este personaje la mayor polémica ya que Marvel vuelve a entregarnos una nueva versión sobre la relación entre Wolverine y Dientes de Sable, mostrándolos como dos hermanos muy unidos y que poco a poco sus diferencias los separan hasta convertirlos en enemigos y digo nueva versión porque en los comics Origins se planteó alguna vez que Dientes de Sable era el padre de Wolverine y en otros comics se ha dicho que es Wolverine el padre de Dientes, hasta se ha llegado a decir que Dientes de Sable es la última mutación de Wolverine en el futuro y que regresa al pasado para destrruirse. Lo único cierto y que ha sido siempre confirmado por los creadores de ambos personajes es que estos dos enemigos, son canadienses del siglo 19, que pertenecen a familias relacionadas, que tuvieron diferencias en su infancia y que se volvieron a reunir como parte del proyecto Team X. Bueno y un tema que se deja abierto es el de Deadpool, que debido a los 3 finales alternativos que tiene la película no se sabe si él era Weapon XI y tampoco se sabe si Weapon X finalmente muere; en el comic Weapon X es un personaje nombrado más no desarrollado y algunas veces se sugirió que era Daken el hijo de Wolverine y hablando de Daken personaje que no fue tenido en cuenta en la cinta... tampoco se incluyó a Romulus, el verdadero y más grande enemigo de Wolverine.

Bueno como se puede ver el universo de Marvel es lo suficientemente grande y complejo como para hacer 100 (se dice que vienen dos más) películas sobre Wolverine, solo esperemos que la creatividad de los productores sea mucho mejor que esta vez.

Paul Blart: Mall Cop

Bueno seamos sincero, esta no es una buena película, definitivamente no va a a estar nominada a ningún premio, su historia la hemos visto cientos de veces, su guión es definitivamente para una audiencia familiar, pero por más defectos que le encontremos es innegable que hace reír mucho y que además es lo bastante fresca para alegrar una tarde en un fin de semana.

La cinta nos cuenta la historia de Paul Blart, un guardia de seguridad de centro comercial, gordo e hipoglicémico, que siempre ha querido pertenecer al cuerpo de policía pero por sus problemas de salud nunca lo ha logrado, ahora él debe enfrentar la misión más difícil de su carrera, ya que el centro comercial ha sido tomado por una banda de ladrones y que mantienen secuestradas a varias personas entre las que se encuentran Amy, una hermosa chica a quien Paul quiere conquistar y Maya, la hija de Paul.

Tal vez lo novedoso de la cinta es que el antihéroe Paul, realmente no es torpe, simplemente es gracioso pero su físico le falla cuando más lo necesita. Mall Cop es una cinta de comedia estándar sin pretensiones de grandes taquillas pero ideal para llevar a toda la familia y pasar un momento de carcajadas.

Das Wilde Leben

Creo que en mi vida he visto tres cintas sobre la vida de modelos, una fue la graciosa pero muy mala cinta de acción Domino, sobre la modelo convertida en caza-recompensas; otra fue la muy conocida cinta para televisión GIA, famosa por las escenas de lesbianismo de Angelina Jolie más que por su historia y ahora tengo la oportunidad de ver Das Wilde Leben, que se podría traducir como La vida salvaje, que nos cuenta la historia de la sexy bomba alemana de los 60's y 70's Uschi Obermaier.

Sinceramente nunca esperé ver una cinta de la calidad que presencié, es realmente una película de alta factura, un trabajo concienzudo de casting, realización y montaje, con interpretaciones fuertes y profundas y con el morbo que produce no solo conocer la vida íntima de esta mujer sino de sus amantes, en especial de Keith Richards, guitarrista de los Rolling Stones. Hablando de esto es una cinta tan cercana al rock que debo recomendar su banda sonora, una exquisita colección de piezas musicales que además me hace reflexionar en el sentido que las últimas cintas alemanas que he visto, todas han estado acompañadas de buenas bandas sonoras ya sea de rock u otros géneros pero todas con un muy buen gusto.

Lo interesante de esta cinta es que nos presenta a Uschi, tal vez la mujer más influyente en la generación del 68 no precisamente por su intelecto sino por su abierta búsqueda de libertad, y nos revela un ser humano que sufre las consecuencias de este libertinaje y que aunque no se arrepiente de sus actos, la tragedia que estos suscitan sirve para aterrizar a la protagonista de lo ideal a lo real y no como en Gia donde los familiares la muestran como una víctima de su entorno y como si ella no fuera consciente de nada (me gustaría saber que pensaría Gia si hubiera podido ver ese atrevimiento).

Natalia Avelon nos ofrece más que su hermosura en este difícil papel lleno de dolor y desnudos, pero dentro de las actuaciones lo que más me sorprendió fueron los actores que interpretaron a Mick Jagger y Keith Richards de un parecido sorprendente, este último parte importante de la trama ya que fue uno de los “novios” permanentes de Uschi, quien por varios años lo siguió por el mundo junto a otras groupies, en una época en la que el músico estuvo consumido por la heroína.

Una escena para no olvidar y que nos resume la vida de Uschi en estos años es en la que nos muestra un detalle de la habitación de hotel de Richards: una mesa con cocaína, una correa y jeringa de heroína, un revolver, una guitarra y la ropa interior de ella.

Uschi es una sobreviviente de su propio destino, una mujer que maduró a los golpes y que hoy vive una vida normal como diseñadora de joyas en California, una mujer que tuvo una vida de placer y locuras, un símbolo europeo para toda una generación que sufrió y pagó caro el precio de su propia fama y que nos regala un capítulo importante en la historia del hipismo (un hipismo que como vemos aprovechaba las cámaras para acelerar sus propósitos) y en general del último movimiento contracultural de occidente.

The Savages

Una fina comedia, muy citadina, con una realización austera y un tema muy profundo: el que hacer de los familiares de una persona con demencia senil. A diferencia de Away from her, donde se trataba el tema desde el punto de vista del amor y la relación de pareja, esta vez el problema se traslada a los hijos y como estos deben decidir de manera fría lo mejor para su familiar aunque por esto se sientan culpables de sus actos.

Muy humanas pero completamente diferentes las actuaciones que nos ofrecen Philip Seymour Hoffman y la hermosa Laura Linney, dos hermanos solteros y un poco alejados que de un momento a otro tienen que afrontar la enfermedad de su padre y recluirlo en un hogar para ancianos del estado, cuidarlo y tratar de seguir con su vida.

Una cinta poco exitosa comercialmente pero ganadora y nominada a montones de premios y festivales, fresca y reflexiva, hermosa y minimalista, pero sobre todo profunda y a pesar de lo dura, esperanzadora.

The Knowing

Alex Proyas, el director de The Crow y I robot, nos trae esta extraña historia que aunque muy entretenida y con una buena producción, más que un film sobre desastres es un completo desastre argumental: premoniciones, paranoia, desastres naturales, accidentes, fin del mundo, extraterrestres-ángeles, terror, acción, drama familiar, religión, conversionismo, yo creo que solo le faltó una escena de sexo y un animal parlante para completar este sancocho de temáticas y situaciones.

En 1959 una niña en una escuela escribe una serie de códigos en una carta que sería enterrada en una cápsula del tiempo y que luego de 50 años es expuesta y su contenido repartido entre los jóvenes alumnos de la misma institución. El papel con los códigos es entregado al hijo del profesor y científico de astrofísica John Koestler (Nicolas Cage), y el niño comienza a ser contactado por unos hombres misteriosos y a escuchar voces, por si esto no fuera poco Koestler cree haber descifrado en el código una serie de calamidades ocurridas en los últimos 50 años y también tres que aún no se han cumplido (todo esto lo descubre en una noche de borrachera e internet). Luego de esto presencia dos de los desastres que nos habían cumplido (que coincidencia ¿no?) y de ahí para adelante el cerebro de los espectadores se comienza a retorcer de la cantidad de disparates que siguen pasando.

Creo que Nicolas Cage está últimamente aceptando cualquier papel y realmente este raya en la mediocridad, no hay derecho a una actuación tan mala y sobreactuada. lo peor es que si uno analiza la historia, su personaje además del del descubrimiento del código no aporta nada fuera de sus exageradas caras de tragedia, es un personaje totalmente inocuo, estéril, realmente son mucho más importantes los roles de los niños.

Muy rescatable la producción, hay dos escenas de desastre de lo mejor que he visto, creíbles, con mucho caos y física, bien realizada, intensas y lo suficientemente impactantes como para dejar mudo al público.

Premoniciones además del dolor de cabeza argumental es solo una mezcolanza de pedazos de películas que ya hemos visto, un descache de un director que siempre nos ha sorprendido y un descache que deja un sinsabor de propaganda religiosa que nadie había pedido.