The Knowing

Alex Proyas, el director de The Crow y I robot, nos trae esta extraña historia que aunque muy entretenida y con una buena producción, más que un film sobre desastres es un completo desastre argumental: premoniciones, paranoia, desastres naturales, accidentes, fin del mundo, extraterrestres-ángeles, terror, acción, drama familiar, religión, conversionismo, yo creo que solo le faltó una escena de sexo y un animal parlante para completar este sancocho de temáticas y situaciones.

En 1959 una niña en una escuela escribe una serie de códigos en una carta que sería enterrada en una cápsula del tiempo y que luego de 50 años es expuesta y su contenido repartido entre los jóvenes alumnos de la misma institución. El papel con los códigos es entregado al hijo del profesor y científico de astrofísica John Koestler (Nicolas Cage), y el niño comienza a ser contactado por unos hombres misteriosos y a escuchar voces, por si esto no fuera poco Koestler cree haber descifrado en el código una serie de calamidades ocurridas en los últimos 50 años y también tres que aún no se han cumplido (todo esto lo descubre en una noche de borrachera e internet). Luego de esto presencia dos de los desastres que nos habían cumplido (que coincidencia ¿no?) y de ahí para adelante el cerebro de los espectadores se comienza a retorcer de la cantidad de disparates que siguen pasando.

Creo que Nicolas Cage está últimamente aceptando cualquier papel y realmente este raya en la mediocridad, no hay derecho a una actuación tan mala y sobreactuada. lo peor es que si uno analiza la historia, su personaje además del del descubrimiento del código no aporta nada fuera de sus exageradas caras de tragedia, es un personaje totalmente inocuo, estéril, realmente son mucho más importantes los roles de los niños.

Muy rescatable la producción, hay dos escenas de desastre de lo mejor que he visto, creíbles, con mucho caos y física, bien realizada, intensas y lo suficientemente impactantes como para dejar mudo al público.

Premoniciones además del dolor de cabeza argumental es solo una mezcolanza de pedazos de películas que ya hemos visto, un descache de un director que siempre nos ha sorprendido y un descache que deja un sinsabor de propaganda religiosa que nadie había pedido.