Blindness


La obra de Jose Saramago es tomada por Fernando Meirelles y convertida en imagen.

Una cinta que narra la historia de una serie de personajes sin nombre (El doctor, la esposa, el ladrón, la mujer de lentes oscuros, el ciego, etc) que son víctimas (todos menos la esposa) de una extraña epidemia ocurrida en una ciudad también sin nombre, la cual los deja ciegos de una forma diferente ya que en vez de quitarles la visión y dejarlos en oscuridad, lo que hace es que las personas vean todo blanco. Poco a poco todo el país se contagia y la sociedad colapsa.

Los protagonistas son las víctimas de la plaga que son aislados en una especie de campo de concentración y casi abandonados deberán sobrevivir bajo la mirada aislada y decidida de La Esposa, quien se convierte en parte y testigo de la vida de los ciegos y quien sufrirá la maldición de poder ver como se desploma la vida de todos.

La historia es un ejercicio de reflexión sobre los instintos humanos, sobre el dolor y la decadencia de la sociedad debido a que no reconocemos al otro, ni a nosotros mismos, la ceguera es solo un símbolo de nuestra propia impotencia y egoísmo.

La película con una realización más artística y conceptual que con una narrativa normal, es visual y auditivamente muy hermosa, los ejercicios de enfoque y desenfoque, los fundidos a blanco, las escenas vistas desde la perspectiva de los ciegos son memorables. Sin embargo y a pesar de su alto contenido de violencia y de que la cinta se podría considerar dentro del género de los desastres o las plagas, la película cae en la monotonía: tiene largos lapsos aburridos y repetidos y más allá de la fuerte personalidad de Julianne Moore, los demás actores pasan casi desapercibidos, sus aportes son menos que casuales y solo un par desarrollan historias propias de peso. El papel de Danny Glover (El Tuerto)es extraño y su ocasional intervención como narrador lo es aún más. El personaje de Gael García (El rey del tercer patio) es desaprovechado y desaparece prontamente sin un desarrollo real.

Ceguera es una cinta que no se debe tomar literalmente porque podría parecer absurda, es una metáfora social, una reflexión dura y destructiva pero efectiva. Fernando Meirelles hace un trabajo bueno, que aunque pudo ser mejor no lo es; una puesta en escena hermosa pero con el sinsabor de una historia desperdiciada.

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