Rosso come il cielo

Una hermosa cinta italiana del 2006 que hasta ahora se distribuye en América nos trae la historia de Mirco, un niño apasionado por el cine que pierde la vista en un desafortunado accidente y como su genio y decisión lo llevan a superar a la misma sociedad que excluye a las personas con discapacidades.

Mirco quiere comunicar sus sueños y recrear el mundo que algún día vió , su imaginación y altanería lo llevarán a tener problemas con las autoridades del instituto donde fue recluido, pero sus ganas de expresarse hacen que la gente abra sus oídos y su corazón a lo que los ciegos pueden sentir y aportar.

La historia está basada en un personaje real, Mirco Mencacci quien es uno de los ingenieros de sonido más reconocidos de Italia y nos muestra los incipientes pero efectivos métodos creados por él mismo para poder generar sonidos, reproducir sensaciones y editar cintas, hoy en día es miembro fundador de varias asociaciones e institutos de investigación y experimentación para el sonido.

Cristiano Bortone dirige de forma magnífica esta historia sencilla llena de tanto drama como comedia pero con una gigantesca base de imaginación, el guión es exquisito y nos trae entre muchas, dos escenas para no olvidar: cuando Mirco le describe a Felice como son los colores y cuando el le regala a Francesca su primera grabación y como esta imagina todo lo que oye. La interpretación de los niños es conmovedora teniendo en cuenta que la mayoría son ciegos y actores naturales, solo Francesca y Mirco son interpretados por actores videntes, aunque ella no tiene el papel de ciega. la música y el sonido juegan un papel fundamental en la historia y resaltan en las escenas en las que se les requiere.

Se podría pensar que por el tema que la cinta es melodramática y llena de clichés pero lo cierto es que no, todo lo contrario, el mensaje que busca es que las personas impedidas así deban tropezares una y otra vez se deben superar y tampoco muestra a los niños como víctimas sino como seres con personalidades propias, errores y actitudes tanto humanas y simpáticas como desagradables.
La película es además un homenaje al amor por el cine y a las cintas italianas de los 50, 60 y 70s, como el cine es un lenguaje universal y como el sonido es parte fundamental del mismo.