Sunshine



Danny Boyle nos presenta un thriller psicológico de ciencia ficción donde el enemigo no proviene de la oscuridad sino de la luz, el sol como dios poderoso que nos castiga con su ausencia y que obliga a los humanos a enviar una misión espacial para lanzar una bomba a su núcleo y de esta forma evitar su extinción.

Una tripulación de científicos internacionales es enviada como última esperanza ya que el primer intento falló desapareciendo junto con la nave y los tripulantes, y digo última esperanza porque para esta segunda bomba se usaron todas las reservas de materiales inflamables de la tierra.
La cinta es del tipo Backstory ya que desarrolla su propia historia al margen de este evento mayor: en primera instancia nos muestra como el viaje, la exposición a la luz fuerte y las distorsiones espacio-temporales afectan a los miembros de la tripulación, como estos metódica y rigurosamente planeaban el ataque al sol y la vuelta a casa. pronto la nave percibe la llamada de auxilio de la primera misión y al ir a su rescate se encuentra con una nave vacía y una tripulación inmolada. De pronto la muerte se apodera de la nave y un enemigo lunático y con delirios de grandeza transforma la cinta en una historia de terror y asesinatos.

La película a pesar del buen recibimiento de la crítica fue un fracaso taquillero que solo dio pérdidas, sin embargo es un gran ejemplo de preproducción y dirección tanto de fotografía como escénica. Boyle reunió un grupo de excelentes actores internacionales y los entrenó de tal manera que pudieran adaptarse a situaciones de aislamiento y discernimiento científico: los actores fueron obligados a vivir juntos 6 meses, recibir clases de física y sobre todo acerca del sol, se les envió a experimentar gravedad cero en un avión, también un curso de buceo con escafandra y los llevaron a un viaje en submarino para que experimentaran claustrofobia, se les dio a leer libros de cosmología, viajes espaciales, conferencias sobre el futuro, etc. Así mismo la producción de la cinta fue asesorada por expertos científicos de diversas áreas y de la NASA. Sin embargo ellos mismos critican que los escritores se hayan salido tanto del límite de lo “posible” y hayan creado situaciones que no se ajustan a la realidad.

La música también es un elemento hermoso que se funde con una fotografía brillante y distorsionada que trata más de reflejar sentimientos que imágenes y que se ajusta a la psicología de cada personaje. El trabajo actoral es sobresaliente y no se podía esperar menos de un equipo de actores serios encabezado por Cillian Murphy (El viento que acaricia la pradera), cada personaje es bien definido y en ningún momento tratan de interpretar héroes sino personajes científicos y racionales.

Sunshine es una hermosa propuesta escénica, difícil de digerir, con un ritmo pesado y una fotografía por momentos extraña y envolvente, pero sin duda con escenas que recordaremos siempre.

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