10,000 BC

Roland Emmerich casi siempre ha escrito sus películas y nadie lo puede negar tiene una gran imaginación, que aunque nunca se ha caracterizado por ser muy profunda ni generadora de grandes tramas, si nos ha llevado a mundos fantásticos y acción ilimitada. Pero este ¿film? es realmente un adefesio, la historia es más que absurda; está bien cuando un escritor crea hipótesis sobre algunos acontecimientos históricos para poder contextualizar una historia, pero juntar mamuts, las pirámides egipcias, tribus africanas y europeas, en una historia supuestamente prehistórica, es más que imaginación, es un completo descache.

Ahora bien, Emmerich tampoco puede negar que ha copiado casi que en su sentido más amplio la trama y ritmo de Apocalypto, así como escenas de 300, One Million Years B.C. entre otras. Esto además hace no solo que la cinta sea mala, sino un fraude, por momentos parece la tercera parte de La Era de Hielo.

Pero Emmerich no es tonto, el sabía que ese sancocho de historias y remiendos solo podía funcionar bajo su sello, el sello de una gran producción con excelentes efectos especiales (esto es indiscutible), y una fórmula argumental usada una y otra vez, pero siempre exitosa. La cinta no desagrada al público común, a los niños y a las mamás (a la mía le encantó), pero deja esa espinita, la espinita de Titanic y de muchas otras cintas que son una ofensa al sentido común de la cultura humana, del arte, pero que por su espectacularidad o porque son fáciles de digerir, seguirán siendo las reinas de la taquilla y las seguiremos viendo los domingos en todos los canales de televisión.