In the Valley of Elah

Esta cinta que por fin podemos disfrutar en Colombia, ha sido muy polémica, sobre todo en Estados Unidos. La película trata sobre el desorden de estrés postraumático en un grupo de soldados americanos que vuelven de descanso de la guerra en Irak. El tema que ha sido tratado desde hace muchos años, incluso en cintas como Rambo y más recientemente en documentales, y hasta comedias, es un dolor de cabeza para el ejercito norteamericano que debido a la inmersión de violencia que se hace a los soldados durante su entrenamiento y a las órdenes inhumanas que deben seguir en el tratamiento de prisioneros, esto resulta en un quiebre psicológico que se puede manifestar en reacciones muy violentas.
El argumento basado en una historia real cuenta la historia de Hank Deerfield, un investigador retirado de la policía militar que presiente que algo malo sucedió con su hijo, quien al regresar de descanso de su misión en Irak no se ha comunicado con él. Deerfield comienza a recorrer los pasos de su hijo y con ayuda de la detective Emily Sanders, quien al principio se muestra fría con el caso, pero luego gracias a varios descubrimientos se sensibiliza y se sumerge en este. Descubren una historia de horror sin sentido y encubrimiento oficial.
La cinta deja ver como el servicio militar ha perdido su sentido de honor y ahora solo se centra en la destrucción del enemigo. También muestra como las autoridades no hacen nada por tratar estos casos ni por enfrentar sus errores, y que solo quieren arroparse en una imagen falsa de armonía y servicio ante los medios de comunicación.
La cinta obviamente hizo levantar ampollas y algunos críticos la descalificaron como cruel e irrespetuosa. pero es evidente que este no es el sentido de la historia y que si su contenido molesta es solo porque es el reflejo de una realidad actual. Las dos horas de la cinta son intensas a pesar de ser una historia dramática, el misterio y el hilo son muy bien manejados por el director Paul Haggis. A mi gusto podemos disfrutar de la mejor actuación de Tommy Lee Jones en su carrera y una discreta pero intensa interpretación de la irreconocible Charlize Theron. otro punto que llamó mi atención fue la edición, en especial el montaje musical, con bellas composiciones de Mark Isham, que salpican de forma dramática y en su debido momento la profundidad de la historia.

En la memoria nos queda, el llanto de una madre que pierde a sus hijos y la bandera izada hacia abajo, símbolo de que algo malo pasa, pero también la esperanza de que alguien puede ayudar.