Sweeney Todd: The Demon Barber of Fleet Street


La sangrienta adaptación de la obra musical de Stephen Sondheim no hubiera sido tan gratamente recibida por mí, ya que en general el musical es uno de los géneros del cine que menos afecto me produce, si por otro lado no hubiera sido dirigida tan acertadamente por uno de mis directores favoritos: Tim Burton. Sin haber leído entrevistas puedo asegurar que Burton tal vez cumplió uno de sus mayores sueños ya que es un gran aficionado a los musicales y aunque ya había dirigido dos, es la primera vez que lo hace con actores reales, no con animación, así como la primera vez que lo hace con una obra reconocida.

Un hombre que fue injustamente acusado, separado de su familia y condenado de por vida, logra escapar y volver a Londres transformado en un monstruo desalmado que solo quiere saciar su sed de venganza y para esto recurre a su profesión: la de barbero, y a la ayuda de su sangrienta y práctica vecina que vende pasteles de carne. Aunque busca vengar la supuesta muerte de su esposa y el rapto de su hija por parte del corrupto juez Turpin, en su locura decide que todos son culpables y comienza a matar indiscriminadamente a sus clientes, mientras las señora Lovett se lucra al utilizar los cuerpos de sus víctimas como insumo para sus pasteles y fantasear con el amor del señor Todd. Una historia sobre lo peor de los sentimientos humanos, con un final tan trágico como el principio, pero tan sorpresivo que ni el mismo Todd se lo esperaba.

Actuaciones estupendas de Johnny Depp y Helena Bonham Carter en los roles principales; una dirección artística de gran factura que nos muestra a Londres como una extrema y sucia cloaca de tonos grises donde solo resalta el color de la sangre; La música finamente interpretada que combina a la perfección con las voces de los actores, sobre las que destaco la de Bonham Carter, fina y estremecedora a la vez. En genaral el sognido es magnífico, tal vez una de las últimas cintas que he visto con tal calidad sonora y una buena edición de principio a fin. Los efectos, en especial los de tomas de degollamiento, son de gran significancia ya que cada una posee su propia personalidad de acuerdo a la víctima de turno.

Una cinta que nos recuerda al Burton gótico, oscuro pero divertido, que nos ha llenado la imaginación de personajes parecidos y memorables. Por ejemplo el atuendo de Todd y el salón de barbería ubicado en el alar de la casa, nos manda de regreso a escenas del joven manos de tijeras.

En general la cinta es más que sobresaliente, es entretenida e inteligente tanto visual como argumentalmente. Una obra de gran valor artístico que es una bofetada para los críticos del género musical, que lo refresca pero lo sacude hacia un nuevo plano, hacia un mundo donde no hay bailarines ni vestidos de pompa, sino salpicaduras de sangre por doquier.

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