District 9

Una producción de Peter Jackson, dirigida brillantemente por el animador 3D Neill Blomkamp y con todo el respaldo de la casa de efectos Weta.

Cuando ya creíamos haberlo visto todo en las historias de extraterrestres Blomkamp nos trae este muy original argumento que transita entre el documental, la acción, y el drama político. La cinta se podría dividir en dos: En la primera parte se recrea una contextualización sobre la llegada de los aliens, su estadía, sus relaciones con humanos, así como una larga introducción sobre el personaje Wikus van de Merwe, el protagonista real de la historia. La segunda parte es la caída en desgracia de Wikus y su lucha por sobrevivir.

Para entrar en contexto, una gigantesca nave alienígena se posa sobre la ciudad de Johannesburgo , Sur Africa, en 1982. Luego de un tiempo sin recibir contacto de la misma, el gobierno irrumpe en la nave y descubre a más o menos un millón de aliens hacinados y desnutridos, así que el gobierno decide ubicarlos y mantenerlos en una barriada dentro de la ciudad a la que se le denomina Distrito 9, aunque este sector no está cerrado para los humanos, se les prohibe a los extraterrestres salir de allí.
Luego de 20 años la población de langostinos (como se les denomina a los visitantes debido a su parecido con estos animales) se ha adaptado a la vida terrestre (hasta tienen nombres humanos) y prácticamente han duplicado su población, aunque la falta de normas y diferencias en su pensamiento con el nuestro han convertido al Distrito 9 en un foco de suciedad, crimen, corrupción y pandillas; no solo pandillas de aliens sino de Nigerianos quienes prácticamente controlan el comercio informal del sector: armas, prostitución, carne y comida para gatos (tal vez la sustancia más adictiva y deliciosa para los aliens).
Pues bien, luego de grandes protestas y amotinamientos de la población para que saquen a los langostinos de la ciudad, el MNU, una corporación militar que tiene el control del ejército y el gobierno de Sur Africa, pero cuyo principal ingreso es el desarrollo de armas, emprende un plan de reubicación “voluntaria” a las afueras de la ciudad y de esta forma limpiar el barrio y tener más control sobre los visitantes.
Para dicho plan el director de relaciones del MNU asciende a su yerno y lo nombra jefe de la operación, nada más y nada menos que van de Merwe, quien no tenía ningún tipo de experiencia. Todo transcurre normal durante la evacuación hasta que por desgracia Wikus entra en contacto un líquido (el fluido) que lo infecta y que más adelante lo empieza a convertir en un alienígena, es entonces cuando comienza su carrera por sobrevivir, ya que el MNU lo quiere debido a que su ADN humano es el único capaz de activar la tecnología extraterrestre y los nigerianos lo quieren para comérselo vivo, en esta aventura empezará una relación fraternal con Christopher Johnson y su hijo, un langostino que por 20 años ha ocultado una nave espora y necesita el fluido para hacerla andar y llegar a la nave nodriza.
La cinta toca temas bastante complejos, pero muy presentes en la historia de Sur Africa, como el racismo, y el desplazamiento o reubicación forzada, hace una gran crítica a las corporaciones como agentes de poder y a sus métodos para conseguir a toda costa sus objetivos. Pero sobre todo cambia los papeles tradicionales del imaginario extraterrestre, donde son ellos quienes nos invaden y secuestran para experimentar, aquí es totalmente lo contrario, somos los humanos quienes los recluimos, despreciamos y hacemos todo tipo de experimentos a unos seres que a pesar de su conducta entre primitiva e inocente, al final son capaces de entender lo que sucede.

District 9 es tal vez una de las 5 mejores películas que he visto sobre el tema alien, una historia llena de emociones, acción, buena producción, efectos realistas, crueldad y extrañamente bastante humor, pero sobre todo que reflexiona sobre problemas y temáticas que no hemos superado ni siquiera entre nosotros los humanos.