2012

Yo que pensaba que nuestro amigo Roland Emmerich iba a sentar cabeza luego del adefesio 10,000 BC y en su próxima cinta nos iba a sorprender como muchas veces lo ha hecho. Pues bien el día ha llegado: 21 de diciembre de 2012 y que sorpresa la que nos ha dado, con una cinta que ha logrado superar a su predecesora en todo lo malo con creces.

Algo que me llamaba la atención sobre la cinta es que él ya había utilizado el tema del 2012 en su película El Día Después de Mañana, pero debo decir que en aquella ocasión el argumento era mucho más creíble, con efectos mesurados y apropiados y con un amarillismo un poco menos evidente. 2012 por su parte es un tributo al exceso argumental, al amarillismo patológico, a la desinformación, a las malas actuaciones, a la sobresaturación de efectos especiales poco creíbles y la destrucción porque si (mmm suena a Transformers 2) y sobre todo a una historia (la historia central de la familia) absolutamente inverosímil.

John Cusak se ha especializado en cada vez escoger perores papeles y una vez más nos demuestra su falta de histrionismo, el resto del elenco no se salva con la única excepción de Woody Harrelson como Charlie Frost, un loco cazador de conspiraciones.

Para no gastar más bites en una cinta que no se lo merece, solo podemos concluir que el fin del mundo se acerca y que si el cine de Hollywood sigue así se extinguirá primero que el resto del globo.