Australia



Baz Luhrmann es uno de mis directores favoritos, su estilo es un poco singular ya que suele involucrar la música en todas sus producciones pero sin convertirlas en musical, bueno a excepción de mi favorita Moulin Rouge. Mientras otros directores buscan crear un mayor impacto cinta tras cinta, en Luhrmann es notable que lo que busca es crear cintas cada vez más hermosas. Australia es sin duda su mayor logro visual, con una producción de arte exquisita, tal vez la mejor que vi este año y sin la ayuda de tantos efectos especiales.

La historia se podría decir que tiene dos ejes esenciales que a pesar de estar unidos a lo largo de la trama, construyen su propia historia de forma separada. Una es la aventura que emprende Lady Sarah Ashley (Nicole Kidman) quien viaja desde Inglaterra a Australia para forzar la vuelta de su marido quien dirige una hacienda de arreo de ganado, al llegar a Australia descubre que él ha sido asesinado y que además ha sido robado de forma sistemática por su administrador quien trabaja de forma encubierta para King Carney, el todo poderoso hacendado que monopoliza el negocio de la carne en Australia. Sarah decide continuar la empresa de su marido y junto con el Arriero (Hugh Jackman) y algunos de sus empleados logra transportar las 1500 cabezas de ganado que serían vendidas al ejército y de esta forma sellar un contrato que aseguraría el futuro de su hacienda y el suministro de carne durante la segunda guerra mundial. Carney a través de Fletcher, el antiguo administrador, no ahorrará esfuerzos para que la dama no pueda lograr su objetivo.
El otro protagonista es Nullah, un niño mitad aborigen, mitad blanco que es el motor de toda la historia y que, siempre está en peligro ya que por una ley los niños mestizos debían ser sacados de sus hogares e internados para luego ser sirvientes de los blancos, él quien es nieto del chamán King George une en amor a Sarah y al arriero y junto con sus canciones y magia ayuda a llevar a cabo la difícil tarea. Digamos que la historia hasta aquí es bastante emocionante y divertida, pero cuando los japoneses bombardean Australia, la cinta toma un giro bastante fuerte y se convierte en un melodrama aburrido y sin fin, pero obviamente con final feliz.
Kidman hace un papel que ya le hemos visto en otras cintas en especial las comedias, los demás actores, en especial Jackman realizan interpretaciones acordes y destacadas, pero la atención se la roba el niño aborigen Brandon Walters, quien interpreta de forma convincente y emotiva al pequeño pero muy fuerte y decidido Nullah.

Australia es una gran experiencia visual, tomas hermosas y colores brillantes, la hermosura eterna de Nicole Kidman y un gran ritmo que solo falla en su último tercio. Una historia familiar y esperanzadora que despierta emociones y muchas sonrisas.

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